lunes, 5 de enero de 2009

A mis amores desconocidos,
a aquellos paraísos perdidos que nunca conoceré
os dejo mi soledad como prenda,
si regreso no me la devolváis
si no vuelvo, ¿qué más dará ya?
Ahora que no tengo quien me cante
una canción, quien me pinte de color
una vida, susúrradme al oído
algo bonito, aunque sea mentira.
A mis amores desconocidos,
a aquellos paraísos perdidos que nunca conoceré
os pido que no aprendáis mi nombre,
sólo abrazadme fuerte, no quiero que me dejéis.
Dadme frío cuando mi corazón se caliente,
no permitáis que me enamore, tampoco me dejéis huir
convertidme en roca y ya no necesitaré
ni amor, ni calor
ni alguien por quien sufrir.

No hay comentarios: