sábado, 20 de diciembre de 2008

Cuando muera, quiero que sea a tu lado,
que sea tu recuerdo lo que me acompañe en este hasta la vista,
que te alegres, no porque me vaya, sino por lo que te he dejado:
tantas flores deshojadas, tanto cielo por pintar;
que me beses en la boca,
una última vez,
que sonrías,
no porque te deje, sino porque te amé.
Cuando yo ya no esté aquí cerquita tuya,
que sepas que te esperaré,
ya se nos corto la vida, pero
quizás sea ahí,
arriba,
donde los amores se vuelven a ver.

miércoles, 26 de noviembre de 2008


Hoy hace día de estar enamorado
y lo único que hago es olvidarme de ti.
Borrando tus sonrisas con unos besos,
eliminando tus caricias con palabras de deseo.
Busco tu aroma en frascos vacíos,
y sólo encuentro melodías de aquel Paris
con nuestro otoño deshojado
entre un conjunto de acordeones desafinados;
entre un café y una cita,
un mago sin magia, un torpe funambulista
¿recuerdas como paró el desfile entero
para ver como te reías?
Y poco a poco, se fue marchando
el triste payaso, el ciego malabarista
la calle quedó tan triste y sin alegría;
mientras yo miraba donde habías estado
y sólo veía una silla vacía
y un espejo en el que mi reflejo te sonreía.

Dibujo Made in Carlos Saud

Oh my Good!!

Querido Dios: hace mucho tiempo que no te escribo y te quería comentar un par de cosillas.
En primer lugar, que creo que te has equivocado porque me has dado la vagancia como
principal elemento de mi persona, sin embargo, tío, si te das cuenta me tendrías que haber colocado en la casa real o algo así. No sé , igual se te traspapelaron los expedientes o algo y debería haber sido el principe Felipe. Por eso, te pido así como una favor personal,que en la próxima reencarnación pues me coloques de rey o similar. Si puede ser en algún país perdido de África, de esos que no conocen ni quienes viven allí, mejor.
Otra cosa que te quería decir, es a ver si en próximas versiones del ser humano podrías darnos la opción de lo que he denominado UMEV, esto es, Única Micción En la Vida, dándonos la posibilida de elegir mear en cuotas, como hasta ahora, o bien elegir hacerlo de una única vez. A ver, el plan sería más o menos, que te pongas a mear una semana entera y no volver a hacerlo ya nunca más. Es que a veces, en los momentos más inoportunos me entran ganas de mear y no veas como me jode.
Uhm, de momento creo que es todo...Ah por cierto, si eso vuelve a darme tu dirección de msn, que es que te borré del msn, pero fue sin querer eh.
Un saludo

lunes, 24 de noviembre de 2008

- Dicen que la vida da muchas vueltas, espero que no tantas como para acabar vomitando.
- Nunca me fiaría de alguien que cuando me mira a los ojos sólo quiere contemplar su propio reflejo.
- Haz que te teman y lucharán contigo, haz que te quieran y lucharán por ti.
- Cuando caí por primera vez temí no volver a levantarme, la cuarta vez que me levanté sólo temí no volver a caer.
-

domingo, 23 de noviembre de 2008

Playa



Made in Alexia ;)

viernes, 21 de noviembre de 2008






Mientras afuera el frío helaba a los aventurados transeúntes que recorrían las calles de la ciudad, Andrés disfrutaba de calor del hogar. Jugaba con unos coches de plástico a los pies de su abuelo, quien, medio dormido medio despierto, pensaba en cosas banales en su mecedora de madera.

Para sus ocho años, Andrés era un niño muy despierto, de ojos claros y vivos, observadores y llenos de una curiosidad insaciable.

De repente, dejó los coches a un lado, se llevó una mano al labio, como pensativo, y le preguntó al abuelo:

- Oye abuelo, uhm…cuando un perro muere, ¿ dónde va?

-

El abuelo se sobresaltó, y a continuación meditó uno segundos

- Supongo que irán al cielo de los perros.

- Ajá, eso suponía yo…- replicó Andrés con satisfacción

A continuación, siguió jugando con los coches, mientras con la boca hacía ruido como de motor. Al poco tiempo, se giró de nuevo hacia su abuelo:

- Y oye abuelo, cuando los gatos mueren, ¿dónde van?

- Al cielo de los perros, claro- contestó rápidamente el abuelo

Andrés se quedó extrañado. No era esa la respuesta que esperaba.

- Pero… yo pensaba que irían al cielo de los gatos- dijo Andrés con suspicacia

- Bueno, Andrés-dijo el abuelo con tono cariñoso y condescendiente- si el cielo es el lugar en el que se es completamente feliz,¿ no crees que lo que más feliz haría a un perro sería que todo estuviera lleno de gatos para correr tras ellos?

Sin entender muy bien la respuesta, el niño se encogió de hombros, resopló y continuó jugando. Fuera, comenzó a nevar.

jueves, 6 de noviembre de 2008

En los muelles....




Un día lluvioso en el puerto...

martes, 28 de octubre de 2008

Día de lluvia





¿Por qué ya no sonríe la vida?
Porque alguien le ha quitado la alegría,
la ha encerrado en la noche
donde la oscuridad es la que domina.
Porque alguien le ha
robado los sueños,
le han quitao lo que más quería,
aquel imposible soñado, aquella tierra prometida.
Porque sólo se le permite amar en
pretérito, conjugar un nosotros en pasado
y cualquiera que ha vivido sabe que lo peor de amar es no ser amado.
¿Por qué ya no sonríe la vida? Porque la vida es algo olvidado,
no tiene ya forma ni sonrisa,
cuando en la puesta de sol ella dejó de ser mía, o yo de ella,
o nosotros de nosotros...
¿Por qué no sonríe la vida? La pregunta resuena en el
aire, se muere en su letanía;
y ella, muy calmada, le contesta con
melancolía: Porque la vida quiso ser más que vida.

miércoles, 22 de octubre de 2008

La confianza

Creo que cuando se habla de confianza hay que distinguir dos aspectos: la confianza en la actuación y la confianza en los sentimientos. Podemos confiar en que alguien haga o deje de hacer algo, pero no se puede confiar en que los sentimientos que una persona dice tener se mantengan para siempre. No se puede confiar en aquello que no se controla. Por ejemplo, el que a mí me guste un helado de fresa no es algo que pueda controlar ,simplemente me gusta más que el helado de chocolate. Ahora bien, yo puedo elegir comerme el helado de fresa o no comerlo, a pesar de que me guste. SI alguien me dice que nunca va a comer el helado de fresa...bueno puede ser algo difícil de cumplir, pero factible. Sin embargo, si esa persona dice que nunca le gustará el helado de chocolate...¿podemos confiar en ella?
Por eso mismo, creo que cuando alguien te dice " te querré siempre ", "siempre seré tu amigo",... no son más que helados de fresa con un posible cambio de sabor.
¿Podemos,sin embargo, confiar en nosotros en todos los aspectos? Sí, porque aunque cambien nuestros sentimientos, no podemos sentirnos traicionados por nosotros mismos, no tenemos que ser fieles a aquello que no controlamos.

jueves, 9 de octubre de 2008

Todo fluye

Es curioso comprobar como las cosas que en un momento dado de nuestras vidas son importantes, imprescindibles o que casi se convierten en el eje en el que basamos lo que hacemos o las perspectivas de futuro en otro momento simplemente nos dan igual, o las dejamos pasar porque ya no nos resultan necesarias o estimulantes. Me refiero principalmente a las personas que conocemos a lo largo de los años. Y me doy cuenta de que todos somos prescindibles para los demás. Que el lugar que ocupamos será ocupado por otro y viceversa, ocuparemos lugares de nuestro corazón con una persona distinta. Yo no sé si esto es bueno o malo. Seguramente el hecho de pensar que todo el mundo es prescindible nos lleva a una estado de tranquilidad, sabiendo que lo importante no es tener a tal o cual amigo, sino que siempre habrá un amigo, o a este amor o áquel otro sino a un amor en potencia que siempre estará. Pero también es posible que sea una falsa tranquilidad, un mecanismo de defensa que nos permite actuar frente a los vaivenes de la vida. Porque creo también que se puede llegar a ser mucho más feliz cuando queremos a las personas individualmente y cuando pensamos que no son intercambiables, que, en cierta forma, los necesitamos para poder vivir, o al menos para mantener el status quo del que disfrutamos en un momento determinado. Si pensamos que las personas son imprescindibles, lograremos apreciarlas de verdad, pero también lograremos apreciarnos a nosotros mismos. A pesar de todo, nunca hay que olvidar que la persona más impresincidible es uno mismo. Me refiero a que no se puede suplir la falta de amor propio con el que nos puedan dar los demás. Tampoco podemos vivir a expensas de que nos quieran o no, de que nos acepteno o de sentirnos integrados en algo. En el momento en que estemos en paz con nosotros mismos, todo eso vendrá por si solo y , sino, en todo caso ya nos daría igual.

viernes, 3 de octubre de 2008

Quiero que seas mi amor de invierno,
de esos que se cubren en terciopelo
entre susurros de para siempre
y murmullos de te quieros.

De esos que tratan de manos enlazadas,
paseos en otoño y risas de madrugada
con los ojos entrecerrados
y palabras sin palabras.

Quiero que seas mi amor de invierno,
de esos que se viven abrazados
con caricias que se escapan
sintiéndonos los dos, sintiendo.

De esos sin títulos de crédito,
de los que cuando me acaricias me hago eterno
y sin cruzar las miradas,
sin abrir los ojos, te contemplo.

Otra historia

I. La montaña.

Ishmair vivía solo en lo alto de la montaña. Vivía tan solo, tan alejado de todos, tan alejado de todo, que él era su propio Dios. Se había creado a su alrededor su propio universo. Un universo imaginario. Pero bien pensado , era mejor vivir en un dulce sueño que experimentas una triste realidad.

La meta de Ishmair era morir en vida; no ansiaba la muerte, que en verdad le aterrorizaba, sino que buscaba una vida en forma de sueño, un eterno descanso en el sentido estricto de la palabra.

Casi todo el día lo pasaba durmiendo en su cueva. No creo que se pudiese llamar hogar a aquello. Una persona normal (aunque quizá debiera decir tan sólo una persona) hubiese adecentado aquello, hubiese dado un toque humano, intentando desprender de aquel sitio la sensación de primitivismo y muerte que se respiraba.

Cuando no dormía pocas cosas había que hacer: buscar algo de comida, encontrar leña y poco más.

En ocasión daba largos paseos por el bosque. Largos paseos a ninguna parte.

Dar largos paseos a ninguna parte es como vivir sin un objetivo, simplemente te dejas llevar y esperas que antes de llegar al fin del camino algo te indique que te estás equivocando en tu vida, que estás errando tu camino. De todas las veces que salió a pasear nadie le indicó que se estuviese equivocando.

Alguna vez Ishmair se preguntó cómo había llegado a ser como era. Qué le había empujado a vivir de ese modo. Quién le había empujado a una muerte en vida, sin posibilidad de redimirse. Nunca consiguió acordarse de que hubiese un antes, un ayer un pasado. En ocasiones, incluso le costaba acordarse de lo que había hecho el día anterior. Palabras como hora, minuto, segundo, ayer, mañana… cobraban en Ishmair su más estúpida expresión. Sin embargo, tenía que haber un antes, un ayer, un pasado.

Durante el tiempo que llevaba en la montaña, nunca encontró a ningún ser humano. Tampoco abundaban los animales , por lo que se tuvo que convertir en vegetariano a la fuerza. Su aspecto físico se aunaba perfectamente con el entorno, si se situaba al lado de un robusto tronco ni el ojo más avispado hubiese podido distinguir su sucia y mugrienta melena, sus ocres ojos semicerrados o su esquelética figura.

Uno de los días más felices de su vida fue cuando se dio cuenta que sabía escribir. No sabía cuándo ni dónde había aprendido, pero el caso es que sabía escribir. El suceso acaeció una mañana, una fría mañana, cuando estaba intentando encender una pequeña hoguera que le arrebatase el frío que le congelaba todos y cada uno de sus huesos. Con las manos entumecidas resultaba especialmente difícil conseguir encenderla, así pues, tras un rato sin conseguir su objetivo Ishmair cogió uno de los palos medio carbonizados y con rabia lo tiró contra una de las paredes de la cueva.

Una mancha negra quedó en la pared. Ishmair se acercó a observarla. Entonces cogió el palo que había tirado e intentó garabatear algo.

Dio unos pasos hacia atrás y observó lo que había escrito: Ishmair.

No sabía por qué había escrito eso, no sabía qué significaba, sólo sabía que de haber conocido el nombre de todas las cosas, sin lugar a dudas hubiese elegido escribir esa palabra. En ese momento, una lágrima comenzó a bajar por su mejilla, una lagrima cuyo contenido eran los recuerdo que ya nunca volverían.

II. El sueño.

- Hola Ishmair

- Hola, ¿quién eres? Ishmair… ¿es ese acaso mi nombre?

- Te pregunto yo lo mismo, ¿es ese acaso tu nombre?

- No lo sé. Pero bien podría serlo. Dime viejo, ¿qué haces en mi sueño?

- ¿En tu sueño? Creo que te equivocas. Este es mi sueño- contestó el viejo de una forma un tanto suspicaz

- Bien. Sea el sueño de uno o de otro, ¿qué pretendes de mí?

- Tan sólo quería hacerte una pregunta.

- Házmela y gustosamente contestaré.

- Ya sé que la vas a contestar, porque tu mismo te estás haciendo esta pregunta: si tuvieses la oportunidad antes de nacer, de elegir entre vivir una vida miserable o directamente no nacer y evitar tanto sufrimiento, dime Ishmair, ¿qué elegirías?

- Sin lugar a dudas la primera opción

- ¿Por qué?

- Porque así al menos podría odiarme toda mi vida por la elección…

Un rayó despertó a Ishmair. Se quedó pensando en las últimas, y únicas, palabras que conseguía recordar del sueño, mientras oía como afuera la lluvia golpeaba violentamente contra la tierra.

Jugar a ser Dios es jugar a controlar nuestro destino, es conocernos a nosotros mismos, es aprender a apreciar la belleza de lo que es feo, es aguantar toda una vida sin morir, es soportarnos sin posibilidad de cambiar, es querer ir más allá, es intentar comprender por qué la vida sin la muerte no tendría ningún sentido o conseguir explicar a alguien que la muerte sin haber vivido siempre es posible, es posibilitar que en una mirada quepa un mundo, es averiguar cuántos sentimientos caben en un segundo, es conocer, viajar, amar, sufrir, sentir, degustar, odiar… Por todo ello la vida es tan sólo un juguete. Un juguete hecho para niños.

III. La duda

Aquella mañana Ishmair se levantó con una extraña sensación, una sensación nueva: dudaba.

En esos momentos sintió que su existencia tal y como estaba viviendo no tenía sentido alguno. Todo aquello que había hecho no tenía ningún fin. Notaba que a lo lago de todos estos años siempre había habido un hueco en su interior. Aunque estuviera saciado de comida, aunque no le cupiese ni una gota más de agua, notaba como en su interior aún faltaba algo

Ese algo tan desconocido para Ishamir era la felicidad.

No sin dificultad intentó acordarse de lo que había hecho el día anterior , después intentó recordar la semana antes, el mes anterior, el año anterior,… Se dio cuenta que no podía diferenciarlo. Siempre había sido el mismo día. Lo único que cambiaban eran los sueños que tenía tan a menudo, los cuales muchas veces olvidaba al despertarse. Sin embargo, de algunos como el del día anterior sabía ya desde el momento en que se despertaba que lo acompañarían el resto de su vida.

Ishmair llegó a una conclusión: toda su vida ( o al menos la vida que recordaba) siempre había sido igual, porque nunca llegó a reconocer que no tenía sentido. Tenía miedo. Miedo a lo desconocido. Miedo a una vida mejor.

Desde la roca donde estaba sentado mientras le venían a la mente todos estos pensamientos echó una mirada a su alrededor. Observó lentamente lo que durante años había sido su hogar. Pensó en qué pasaría si lo abandonara, qué pasaría si nunca más volviese a verlo. Le entró dolor en el estómago.

IV. La huida

El sol se plantó en mitad de la cueva. Ishmair abrió los ojos lentamente. Intentó recordar si había tenido otro sueño. Ninguna imagen le vino a la mente.

Se fijó en un montón de leña quemada que había a su lado y decidió que después de encontrar algo de comer iría a por más leña. Con su experiencia sabía dónde encontrar las mejores hierbas.

Se preparó un buen banquete. A media tarde, después de una larga siesta, decidió ir a por leña. Avanzó por un pedregoso y empinado camino. Cuando no llevaba mucho tiempo se encontró un gran árbol y a sus pies unas cuantas ramas perfectas para la hoguera. Ishmair se quedó mirándolas. Decidió que no eran lo suficientemente buenas. Siguió andando un rato. Se paró. Oteó a su alrededor y siguió caminando.

En su camino encontró varios montones de ramas, al parecer ninguna era lo suficientemente buena.

Cuando llevaba media mañana caminando, adentrándose más y más en el bosque se dio cuenta que había llegado a un punto del bosque que no conocía. Nunca había andado tan lejos. Sus necesidades se podían satisfacer a no más de media hora de paseo. El estómago le empezó a arder. Cogió aire lentamente. Exhaló, y sin echar la vista atrás siguió caminando por una estrecha senda, rumbo a lo desconocido.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Historias

Ayer estaba hojeando algunos libros en Fnac cuando de repente comprendí porqué no me gusta leer historias de ficción, porqué no me gusta adentrarme en historias de personajes ajenos que convertimos en nuestras historias. Frases como "era una fría mañana de diciembre" o " el verano comenzó con un sol radiante" o "una alegra mañana de primavera", son frases que me hablan de tiempos pasados, de recuerdos, y yo, que soy un melancólico compulsivo, no puedo evitar acordarme de mis frías mañanas de diciembre o de esos veranos que comenzaron con un sol radiante y terminaron con una impávida luna.
Las historias que nos cuentan son, casi siempre, en pretérito, cosas que ya han pasadoy que permanecen, sean de ficción o no, en la mente de alguien: del protagonista de la historia, del autor que la escribió, en nuestra memoria pasando a formar parte de nuestro acervo,... Por eso, creo que no puedo aguantar más de un par de minutos leyendo sin que venga a mi memoria algún recuerdo mío, que tenga más o menos relación con lo que está plasmado en el libro. Así que no creo que vuelva a leer nada hasta que todo los libros estén escritos en futuro o como mucho en condicional, ni siquiera en presente, porque no es más que un pasado en continua renovación, y a mi no me vale.

martes, 16 de septiembre de 2008

Más foticos





Bueno, como estoy en plan vago, voy a actulizar con unas foticos. Sí, el recurso es fácil, el blanco y negro...pero quedan tan monas. No sé, las fotos con uso del claroscuro tienen algo mágico, espero haber captado algo de esa magia al menos.

sábado, 13 de septiembre de 2008

FOticos






Bueno, pues voy a actualizar con unas cuantas fotos, a ver si os gustan...

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Cuento

Bueno, no tengo muchas ganas de comerme la cabeza, así que para actualizar algo aquí os dejo con un pequeño texto:



Y de tus labios sale, casi sin querer: te amé…
Y mientras, las lágrimas caen. Algunas llegan al suelo, se confunden las tuyas con las mías. Se juntan y se separan, como en una especie de baile de salón de los sentimientos.
Estás de espaldas a mí. Puedo verte el hombro, que asoma por encima de una camisa mal abrochada.
Me quedo mirándote, quizás sólo un momento, o a lo mejor muchos millones de momentos. Necesito tocarte, sentirte, saber que en verdad estás ahí.
Te miras en el espejo, mientras éste te devuelve la mirada, impasible y fría de las cosas muertas que viven al otro lado del cristal.
Poso mi mano sobre tu hombro, y aunque sé que te toco, no siento el roce de tu piel.
El espíritu de ébano se cuela por las rendijas de la ventana, convirtiendo cada rincón en su reino y cada uno de nuestros corazones en su trono.
El silencio es el otro rey de la habitación. Nunca sabré si es que ya lo hemos dicho todo, o no nos atrevemos a decir nada por miedo a que la primera palabra no sea lo suficientemente hermosa para comenzar. Puede que un perdona, un lo siento, un hola-que-tal-estás valiese; sin embargo, ninguno de los dos dice nada.
De repente, te giras, o te giraste. Nos miramos, o me miraste. Y te acercas a mí. De forma lenta, de forma majestuosa; como nunca antes te había visto andar. Unos pasos lentos, seguros.
Te acercas, y tus manos me abrazan. Siento tu calor, o sólo lo imagino. Siento que tu aliento cerca de mi cuello, o sólo lo imagino. Siento que me aprietas contra tu pecho, o sólo lo imagino.
Y mientras oigo la puerta abrirse, pienso que aún estás cerca de mí. Y mientras oigo que una figura, ahora extraña ya, se aleja por el pasillo, me imagino que me susurras algo en el oído. Un pequeño secreto. Presto toda mi atención a tus palabras.
Y de tus labios sale, casi sin querer: te amo…o sólo lo imagino.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Musical section

Hoy en la musical section , o sección musical para los que no han ido a jominglis, vamos a hablar de un fenómeno de masas , y no me refiero a la comida en el mardonals y sus repercusiones en la salud y el sobrepeso, que no es otro que la música de la america del sur profunda. Y con profunda no me refiero a que esté bajo tierra, de hecho , mucha de ella viene de tierras altas como las peruanas, sino del auténtico folklore que se respira entre esa gente, alegre y desbordante de vitalidad.

Empezaré con un plato fuerte fuerte, Delfín Quispe, un auténtico poeta del siglo xxi, que no tiene precio como letrista, La música también es acojonantemente buena y pegadiza, con unos ritmos electrónicos que harían palidecer de envidia a Chimo Bayo o al mismísimo Paco Pil. Este es el link de este fenómeno: http://es.youtube.com/watch?v=NecoBo0BhEk .

El segundo manjar del día lo encontramos en la Tigresa del Oriente, dónde finas féminas nos harán vibrar con unos bailes armoniosos y agradables a la vista.  Cantar como el culo alcanza su máxima expresión en este vídeo, aunque, no obstante, el mensaje subyacente hace que uno se alegre de estar vivo y dé gracias a Dios por ello, o algo así : http://es.youtube.com/watch?v=oAl8RgSQGaA&feature=related ; además, es de agradecer, saber que la vida de un artista puede seguir más allá de los 90 años.La política peruana respecto a los ancianos es digna de admirar permitiéndoles hacer cosas realmente creativas más allá del dominó, la dirección ejecutiva de obra pública o el encofrado de los platós de televisión.

Recomendaciones literarias

Hola, me llamo earl. Hoy os quiero recomendar cinco libros, me he comprado cuatro de ellos y el otro lo robé en FNAC. Son libros instructivos y de rabiosa actualidad. El primero de ellos es "Onanismo para mancos: una guía ilustrada",  una deliciosa recopilación de técnicas orgásmicas; el segundo es "Onanimos para ciegos: una guía ilustrada", de escaso éxito entre los invidentes pero con un contenido teórico-práctico muy recomendable de leer y disfrutar; "Recetas de cocina para  bulímicas", con deliosos platos que a la hora de expulsar vía laringe no te dejarán ese regusto amargo a desesperación y falta de amor propio; "Las Pilares de la tierra" de Kete Follen, en las que nos cuenta sus aventuras amorosas con diferentes Pilis, Pilarines y Pilares de la geografíar españolar; y por último, la recomendación de esta semana es el libro intitulado "Chupa Chupa que yo te aviso", sobre el emporio Chupa Chups y las repercusiones de un mercado acentuadamente neocapitalista en una economía global. En fin amigors, eso es todo por ahora. Un saludo

Fotors




En fin, de ver a Carlos y su blog pues me ha entrado envidia cochina, de esa de la mala, así que voy a poner aquí algunas fotos q hice en mi estancia (bonita palabra estancia) por tierras castellanas. Sé que a Carlos el destructor no le van a gustar, pero no pasa nada. Soy magnánimo y le perdono .EGO TE ABSOLVO. Y si fuera una puta romana sería EGO TE ABSORBO, que es algo así, como chupa chupa 60 denarios.

Por misco

Bueno, pues si todo el mundo tiene un puto blog  yo no me iba a quedar atrás. Seguro que en un par de días o menos ya no actualiazo ni pongo nada, pero me parecería injusto privar al mundo de mí, así que por filantropía creo que es justo darle una oportunidad.