sábado, 20 de diciembre de 2008

Cuando muera, quiero que sea a tu lado,
que sea tu recuerdo lo que me acompañe en este hasta la vista,
que te alegres, no porque me vaya, sino por lo que te he dejado:
tantas flores deshojadas, tanto cielo por pintar;
que me beses en la boca,
una última vez,
que sonrías,
no porque te deje, sino porque te amé.
Cuando yo ya no esté aquí cerquita tuya,
que sepas que te esperaré,
ya se nos corto la vida, pero
quizás sea ahí,
arriba,
donde los amores se vuelven a ver.