Creo que cuando se habla de confianza hay que distinguir dos aspectos: la confianza en la actuación y la confianza en los sentimientos. Podemos confiar en que alguien haga o deje de hacer algo, pero no se puede confiar en que los sentimientos que una persona dice tener se mantengan para siempre. No se puede confiar en aquello que no se controla. Por ejemplo, el que a mí me guste un helado de fresa no es algo que pueda controlar ,simplemente me gusta más que el helado de chocolate. Ahora bien, yo puedo elegir comerme el helado de fresa o no comerlo, a pesar de que me guste. SI alguien me dice que nunca va a comer el helado de fresa...bueno puede ser algo difícil de cumplir, pero factible. Sin embargo, si esa persona dice que nunca le gustará el helado de chocolate...¿podemos confiar en ella?
Por eso mismo, creo que cuando alguien te dice " te querré siempre ", "siempre seré tu amigo",... no son más que helados de fresa con un posible cambio de sabor.
¿Podemos,sin embargo, confiar en nosotros en todos los aspectos? Sí, porque aunque cambien nuestros sentimientos, no podemos sentirnos traicionados por nosotros mismos, no tenemos que ser fieles a aquello que no controlamos.
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